El síndrome de Williams-Beuren (llamado así por sus dos descubridores) es un trastorno genético. La gente que lo padece suele presentar, entre otros síntomas, facilidad para hablar y tratar con la gente, retraso en el desarrollo, retardo mental, gran capacidad para el lenguaje... Quienes padecen este síndrome suelen tener, además, una apariencia élfica (nariz puntiaguda, orejas ovaladas...). Este hecho, unido al gusto y a la gran capacidad para tocar, cantar y retener piezas de música, ha hecho pensar que en este síndrome está el origen de las historias de elfos y hadas.
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